viernes, 24 de marzo de 2017

DOCUMENTAL COMPRAR, TIRAR, COMPRAR

En este documental que se nos ha presentado en clase, hemos visto como la obsolescencia programada ha definido nuestra vida desde hace 20 años. En éste, se revela como la mayoría de las empresas diseñan sus productos para que duren mucho menos y así incentivar el consumo.

Al principio del vídeo se nos plantea la siguiente pregunta: "¿Es posible una economía sin obsolescencia programada y sin impacto al medio ambiente?"

...Todo empezó por las BOMBILLAS
El principal objetivo de la producción de bombillas era proporcionar una larga vida para éstas. En 1881 Edison puso a la venta la primera bombilla, con una duración de 1.500 horas. Posteriormente en 1924  se amplió a 2.500 horas.
Un historiador nos habla a continuación,  sobre la evolución en la fabricación de bombillas y las normativas que regían las mismas. Phoebus, estableció una normativa muy rígida, que multaba a los fabricantes que se desmarcaban de la misma (obsolescencia programada). Poco a poco, se pasó a una disminución de las horas de duración. En unos años, habían conseguido su objetivo: menos de 1.000 horas de duración de la bombilla. 
A pesar de que existieron bombillas de hasta 100.000 horas de duración, ninguna de ellas llegó a patentarse. La gente, empezó a comprar por diversión en vez de por necesidad lo que produjo que la economía se acelerara.
En 1929 con la crisis en Wall Street, EE.UU. cayó en una profunda crisis económica. Se llevaron a cabo propuestas para superar esa crisis, y destacó la Obsolescencia Programada. Pero no fue hasta veinte años después, cuando la propuesta se puso en auge, con enfoque diferente, consistía en seducir a la población. La gente quería productos nuevos, con diseños bonitos. Esto produjo que el estilo de vida americano de los años 50 sentara las bases de consumo actual. 
Hoy en día la obsolescencia programada es tan importante que se enseña en las universidades, en las carreras relacionadas con el diseño comercial… Se les enseña a los alumnos y alumnas a diseñar para el mundo empresarial. Si esto continúa así, vamos hacia un ”precipicio", cuentan los economistas.

...pero pronto, se continuó con la IMPRESORA
En el documental se nos expone el caso de Marcos. Marcos tiene un problema con su impresora y se niega a reemplazarla, quiere repararla y contacta con un chico a través de Internet. Finalmente, instala un chip en una impresora para ver que ocurre dentro de ellas. Tras muchas investigaciones descubre que no hay forma de reparar la impresora a causa de la obsolescencia programada.

...también con las MEDIAS
En 1940 el Ingeniero Químico Dupont, inventó la fibra textil de Nylon. Al principio, esta fibra tenía una duración muy larga. Pero pronto, tuvieron que cambiar de filosofía,  y hacer más frágil ese Nylon. 

Esta obsolescencia, no sólo afectó a ingenieros, también a consumidores, al ver que sus productos, esos por los que habían pagado duraban tan poco…

Finalmente, se llevó la Obsolescencia Programada a los tribunales. Fue la abogada ELISABETH PRYTZER, por la vida de batería de los Ipod (18 meses). Se descubrió que el diseño de la batería del Ipod se había diseñado para tener una vida corta. A raíz de este caso, Apple creó un servicio de recambio y estableció la garantía de dos años por cada producto de esta compañía. 

Además, el documental denuncia que pese a estar prohibido enviar productos electrónicos al tercer mundo, los mercaderes, envían residuos bajo el nombre de productos de segunda mano. Esto se convierte en residuos abandonados en los vertederos de todo el continente, anulando zonas de recreo y naturaleza para los habitante de estos países.

En conclusión, la obsolescencia programada es una práctica comercial cada día más habitual en las empresas. Éstas utilizan más recursos de los necesarios porque producen más cantidad de productos y todo ello para conseguir mayores beneficios. Desde mi punto de vista, la mayor consecuencia provocada con este fenómeno es una sociedad más consumista en la que los jóvenes son insaciables en todos los sentidos, y lo que es más, quieren tener todo lo de "última generación" con características muy similares del producto anterior. 

En definitiva, esto provoca que los objetos sean cada vez más inútiles de lo que podrían ser. Actualmente, podríamos decir que el consumismo ha reemplazado nuestra propia identidad. 


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